Otro año más, mayores y chichos se encargaron de plantar diferentes clases de árboles (encina, carrasca, cedro, quejigo, pino rodeno y pino laricio) en la ladera de la lomilla y detrás del cementerio.
Al finalizar dichos trabajos se procedió a degustar en el terreno un almuerzo para recuperar el esfuerzo realizado.